En su audiencia en la Plaza pasado de San Pedro
(09 de octubre) el Papa habló de la catolicidad de la Iglesia: «En el Credo
profesamos que la Iglesia es "católica", es decir, ella es
universal. Podemos entender esto de tres maneras. En primer lugar, la Iglesia
es católica porque proclama la fe apostólica en su totalidad, que es el lugar
donde nos encontramos con Cristo en sus sacramentos y recibir los dones
espirituales necesarios para crecer en santidad, junto con nuestros hermanos y
hermanas. La Iglesia es también católica porque su comunión abarca a toda la
raza humana, y ella es enviada a llevar al mundo entero la alegría de la
salvación y la verdad del Evangelio. Por último, la Iglesia es católica porque
concilia la maravillosa diversidad de los dones de Dios para edificar a su
pueblo en unidad y armonía. Pidamos al Señor que nos haga más católicos –que
nos permita, como una gran familia, para crecer juntos en la fe y el amor, para
atraer a otros a Jesús en la comunión de la Iglesia, y dar la bienvenida a las
donaciones y contribuciones de todo el mundo, con el fin de crear una sinfonía
alegre de alabanza a Dios por su bondad, su gracia y su amor redentor ». Y
pensé, después de leer esto, que sería bueno hacer una pequeña oración
adicional pidiéndole a Dios que nos ayude a ser verdaderamente católicos. La
parroquia debe ser accesible a todos, y recibir a todos con alegría: ricos y
pobres, mendigos y hombres de negocios, todos. Hemos de ser conscientes de que no somos los dueños de la
parroquia, el Dueño es nuestro Señor, y nosotros sólo administradores. Las
cosas que vamos a organizar en el futuro deben ser, en primer lugar para la
gloria de Dios para y para la salvación de las almas. Antes de hacer algo
debemos preguntarnos: ¿es para la gloria de Dios? ¿Es en beneficio de las
almas? ¿No estaré actuando caprichosamente? ¿Qué estoy buscando con esto, mi
propia gloria, o la gloria de Dios? Queridos hermanos, venimos a la parroquia
el fin de semana para tener una verdadera conversación con el Señor, para recibir
su cuerpo y sangre, para pedir perdón por nuestros pecados, para adorar a Dios
a través de la liturgia. Si estas no son las principales razones de nuestra
presencia en San Francesco di Paola domingo tras domingo, entonces estamos
perdiendo el tiempo miserablemente.
Reflexionemos este fin de semana en las ideas propuestas por el Papa, y
pidamos a Dios que nos ayude a purificar nuestra intención. Pidamos la gracia
de ver nuestra comunidad parroquial no como una agencia de servicios religiosos
(¡no lo es!), sino como un lugar de encuentro personal con Jesús, un lugar vivo
y vibrante, un lugar donde podemos encontrar la Iglesia, que es una, católica,
apostólica y romana ■ Fr . Agustín
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